Una Iglesia que exalta y glorifica a nuestro Señor Jesucristo en todo lo que hace.
Una Iglesia fundamentada en la sola escritura, la palabra será nuestra fuente de sabiduría, enseñanza y la única regla válida de fe y práctica para la Iglesia.
Una Iglesia ganadora de almas para Cristo, el evangelismo será parte firme de nuestro ser como cuerpo.
Una Iglesia que cree en los grupos pequeños o células como medio para proclamar la palabra de Dios, servir a la comunidad, adorar a Dios y tener compañerismo cristiano.
Una Iglesia restauradora de vidas descarriadas, entendemos que la necesidad de restaurar creyentes heridos en sistemas enfermos, es apremiante.
Una Iglesia abierta al Espíritu Santo y sus dones, dentro del balance establecido en la escritura.
Una Iglesia en la que la oración será parte esencial de nuestra vida y de cada proyecto que Dios ponga delante de nosotros.
Una Iglesia dispuesta a servir a la comunidad y a los necesitados, por el amor de Cristo, enfatizando siempre en la redención del pecador como la necesidad más apremiante.
Amén.
Dios Te Bendiga.
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