03 febrero 2011

Dios atiende las necesidades de sus hijos

Don Pedro un veterano y humilde cristiano, que vivía solo, se gozaba únicamente en la bendita compañía de su Salvador y Señor, se las arreglaba solo percibiendo una modesta pensión ferroviaria.

¡Solo nunca! -decía siempre Don Pedro.

- Mi Señor está conmigo.

Él puso a prueba muchas veces las promesas de su Señor y su sencilla fe nunca fue defraudada.

Un día se encontró en dificultades, el pago de la pensión se atraso, ya no tenía nada de dinero y en casa no había nada para comer.

Como siempre elevó su oración…

- Señor tu sabes que no tengo nada para comer hoy, y tengo hambre, te ruego que escuches a tu hijo, tu nunca me has dejado.

- Dame lo que necesito.

Llego la hora de almorzar, Don Pedro tendió su rustica mesa, se sentó, inclino su cabeza y dio gracias a Dios por los alimentos.

No había pronunciado el amén cuando golpearon su puerta.

Era su vecino que traía una fuente de pescado cocido.

- No se ofenda vecino, ayer fui a pescar y traje tanto a casa que nos ha sobrado y mi señora me dijo…

- Juan lleva todo esto a Don Pedro puede ser que él lo necesite.

Don Pedro tomo la fuente y elevo sus ojos al cielo y dijo…

- Gracias Señor.

El vecino se fue pensando… que atento esta Don Pedro, siempre me llama Juan a secas y hoy me trato de señor.

Las dificultades nos llevan a intimar con Dios de una manera especial, al punto tal que tocamos el corazón de nuestro Dios con nuestros ruegos.

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Jeremías 33:3 RV-60

Amén.

02 febrero 2011

Un corazón conforme a Dios

“El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está mi roca fuerte, y mi refugio”. Salmo 62: 6, 7.

David se refería a Dios en una breve palabra “mi”.

Tú tienes la misma seguridad que David.

¿No te alegra saber qué el Dios de David puede ser también tuyo y mío?

David tenía errores como tú y yo pero su corazón era conforme a Dios.

Él se volvía de corazón de sus pecados, se humillaba y sobre gran manera amaba de tal forma a Dios que él realmente se veía indigno de su presencia.

Por eso Dios amaba de tal manera a David que siempre lo perdonaba.

Tengamos un corazón conforme a Dios.

Estrégate en sacrificio voluntario, despójate de todos tus pecados, cargas, heridas, enfermedades, humíllate ante su presencia y dile como lo hizo David...

“tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido”. Salmo 51:17 NVI

Amén.

01 febrero 2011

La oración

“Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento”. Colosenses 4:2 NVI

Busquemos en oración para no sentirnos solos.

David en el Salmo 25:16 dice…

“… Acuérdate, Señor, de tu ternura y gran amor, que siempre me has mostrado”. NVI

Aquí nos revela que hay necesidad de orar, clamar por medio de suplicas y también nos muestra que aun en la alabanza esta el encuentro personal con Dios.

La oración es la comunión que tendremos a lo largo de nuestras vidas.

Jesús nos dice que donde dos o tres se reúnen en mi nombre allí estoy “yo” en medio de ellos.

Al unir nuestras peticiones y nuestras necesidades con las otras personas, obtenemos la fortaleza que viene de Dios.

Él nos provee al estar unánimes en oración y ser una familia de fe, cuando te sientas solo/a búscalo en oración.

La oración es tu mejor amiga en todo tiempo y estarás siempre conectado/a con nuestro padre celestial.

Ella te llevara a la presencia de Dios y disfrutaras en su intimidad.

“Refúgiate en Dios es lo único que puede sostenernos en nuestras aflicciones, la única armadura que nos convierte en invencibles”. (Juan Calvino)

Amén.

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