21 febrero 2012

Por su gracia.

Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos. Oseas 14:4.
Luego de todos lo capítulos previos del juicio y de la condenación uno hubiera contado con la aniquilación completa y total de la nación de Israel.

De ninguna manera merecía el amor o la atención de Dios.
Y sin embargo, el amor de Dios no fue disminuido ni quitado.

Un amor tan persistente y eternal es mayor explicado por el Apóstol Juan cuando dice, “De tal manera amo Dios al mundo….”. Así como Juan es recordado como el Apóstol del amor en el NT, así Oseas es el Profeta de amor del AT.

Comparable a Juan 3; 16 son esas palabras notables de Oseas escritas siglos antes
“Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos”

Cuando uno esta antes la presencia de Dios, la ultima palabra nunca puede ser de desaliento, ni derrota.

El propósito de Dios no es destruir si no redimir; su plan de salvación esta claramente reveladas en las escrituras.

Él desea la salvación del hombre, no su destrucción.

Dios aun llama a la humanidad a volver a Él en arrepentimiento y fe.

Pero si somos el pueblo de Dios experimentando su amor y bendiciones debemos entender bien las básicas verdades bíblicas del pecado, salvación y servicios.

En el mensaje de Oseas aun en ultimo capitulo breve uno puede aprender nuevamente de la tragedia del pecado, la esperanza de la salvación por la gracia de Dios, y la recompensa del servicio cristiano.

Estas verdades una vez mas muestran el propósito en llamar a pecadores al arrepentimiento, fortalecer nuestra fe en Cristo y renovar nuestra dedicación al servicio y la obediencia.

Dios los bendiga.

Nancy Mabel Magno. Pastora.

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